Existen diversas maneras de aprovechar los recursos que nuestro entorno nos ofrece para la búsqueda de nuestro bienestar. Desde la antigüedad, por ejemplo, hemos utilizado la energía que irradia el sol como fuente de calor. Los muros Trombe son un tipo de calefacción solar en forma de fachada que aprovechan, precisamente, la energía solar. 

Objetivos de los muros Trombe o Trombe-Michel

El muro Trombe es una pared orientada al sol e integrada en las fachadas con el objetivo de climatizar el interior de los edificios. La idea se basa en el funcionamiento del efecto invernadero: cuando los rayos solares entran en un espacio cerrado a través de una lámina de vidrio, la temperatura del aire interior asciende.

Para la construcción de muros Trombe, se utilizan materiales que puedan acumular calor bajo el efecto de masa térmica (piedra, hormigón, adobe o agua). Y se combinan con una cámara de aire, una lámina de vidrio y ventilaciones formando un colector solar térmico.

Los muros Trombe como estrategia pasiva de calentamiento

El muro Trombe ha modernizado una técnica arquitectónica tradicional para mejorar el confort interior y reducir el consumo energético. En términos generales, se trata de un muro orientado preferentemente al norte en el hemisferio sur, y al sur en el hemisferio norte, con una hoja exterior de vidrio a cierta distancia para crear una cámara de aire que aproveche el efecto invernadero.

El sistema combina vidrio y un material oscuro que absorbe el calor y lo conduce lentamente hacia la casa. Así, durante el día, la superficie oscura del muro almacena el calor en la masa térmica y, en la noche, cuando la temperatura exterior desciende y con ello la del muro, el calor que se escapa se encuentra con la lámina de vidrio y es devuelto al interior del edificio.

Mediante doble o triple vidrio, conseguimos mejorar el aislamiento térmico para que la pérdida de calor hacia el exterior sea menor, haciendo que el local se encuentre en confort higrotérmico cuando hay muy bajas temperaturas en el exterior.

Por lo tanto, el sistema se apoya en tres principios básicos: la inercia térmica del muro, el efecto invernadero y la termocirculación. Desde la perspectiva de la arquitectura bioclimátic, los muros Trombe son considerados una estrategia pasiva de calentamiento indirecto.

Muros Trombe ventilados y no ventilados

Podemos diferenciar el muro Trombe ventilado del no ventilado. El no ventilado podría llamarse “acumulador térmico” o «muro capto“, ya que prescinde del efecto de termocirculación climatizar.

Para los muros Trombe ventilados, la fachada cuenta con unos orificios (ventilaciones) en la parte inferior y superior del muro que permiten el fenómeno físico denominado convección. Así, el aire más frío ingresa en la cámara de aire por la parte inferior del interior del espacio; luego, circula por la cámara de aire que recibe la radiación solar y, cuando ha alcanzado más temperatura, sale por el orificio superior, penetrando en el ambiente interior de nuevo. 

Cabe destacar que, en los diseños más actuales, se utilizan nuevas tecnologías utilizando materiales transparentes para el aislamiento térmico, conservando el calor capturado durante el día y en consecuencia reduciendo las dimensiones del muro.

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