La cal es un material de origen mineral que nos ha acompañado históricamente. En artículos anteriores, hemos hablado de las ventajas de los morteros de cal y hoy os explicamos por qué deberíamos usar cal en lugar de cemento dentro de nuestras técnicas constructivas.
Teniendo en cuenta la cal dentro de nuestras técnicas constructivas:
Gracias a las posibilidades de uso, maleabilidad y trabajabilidad de la cal, podemos construir morteros y estucados muy ricos, con resultados estéticos asombrosos. Estos resultados forman parte de edificios pertenecientes al patrimonio de muchas ciudades como, por ejemplo, Barcelona. Pero con los morteros de cal como técnica constructiva no solo podemos crear una bonita apariencia estética, sino que también logramos resistencia al paso del tiempo.
A continuación, hablamos de las principales ventajas de la cal en comparación con el cemento:
El cemento, y sus derivados como el hormigón, son las sustancias más utilizadas en el planeta, después del agua. No obstante, su uso presenta un peligro para la salud de las personas y del medioambiente. Es un problema mayor que el del plástico, pero suele pasar desapercibido.
Por una parte, para su producción se utiliza muchísima agua, concretamente una décima parte del uso del agua industrial. Y es responsable de entre el 4% y el 8% de las emisiones de CO2 mundial. Entonces, ¿por qué prescindir del hormigón dentro de las técnicas constructivas y apostar por la cal?
En primer lugar, la cal tiene un ciclo cerrado, por lo que puede llegar a tener un balance de CO2 neutro. Esta característica es algo esencial a estas alturas del siglo XXI, ya que el sector de la construcción no puede seguir permitiéndose la emisión de gases invernadero.
Por otra parte, la cal presenta propiedades muy interesantes en cuanto a la resistencia al agua y permeabilización al vapor. Estas propiedades pueden incluso mejorar con el tiempo debido a la cristalización del propio material. ¿Por qué es importante que un material sea resistente al agua pero permeable al vapor? Para evitar las condensaciones que producen descamación del material y presencia de humedades. En este sentido, si queremos trabajar con materiales vegetales en nuestras estructuras murales y aplicar un revestimiento de cemento, hay que tener en cuenta que el cemento no es permeable al vapor. Por lo tanto, se va a producir una condensación muy elevada con el daño que esto conlleva al material vegetal.
En cuanto a la trabajabilidad de la cal, esta es mucho más maleable como decíamos, mientras que el cemento presenta problemas de agarre, estabilidad y excesiva rigidez (con las consecuentes fisuras) cuando lo trabajamos junto con otros materiales vegetales, propios de la bioarquitectura.
Cabe destacar, sin embargo, la diferencia de permeabilidad al vapor entre las cales aéreas y las cales hidráulicas. La cal hidráulica, con propiedades de resistencia al agua, tiene una permeabilidad al vapor mucho menor que la cal aérea. Con lo cual, tradicionalmente, la cal hidráulica se ha reservado para crear la estructura mural. Por su parte, la cal aérea se emplea para poder hacer revestimientos de fachada.
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